Pasé mi vida entre andenes.

Pasé mi vida entre andenes.

4 jun 2011

Que no, que aunque lo intente no te recordaré. . .

Cuando rompes el vaso más preciado
o estropeas los momentos más esperados
te percatas de lo que está pasando,
de que te estás olvidando
aunque no te quieras dar cuenta,
y crees que lo tienes todo
hasta que esa pieza del puzle desaparece,
se desvanece poco a poco
hasta dejarte con una angustia insoportable
que jamás conseguiste calmar del todo,
y que por más que lo intentas
no eres capaz de volver a sentir
lo mismo que hace unos pocos meses.
Y te duele,
porque sabes que a ella le pasaría algo parecido
o al menos eso es lo que piensas. . .
Malditas cosas de la vida
que no te permiten ni recordar apenas el tono de su voz.
Seguiré esperando a que algún día
ilumines de nuevo mis ojos.
Sin derrochar ni una mísera lágrima. . .

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