Pasé mi vida entre andenes.

Pasé mi vida entre andenes.

16 oct 2016

Ya ni el viento.

Poco de ti, o mucho, quién sabe lo que necesito. De ti. Siempre. A todas horas. Porque no te puedo tener ni un rato al mes, porque no nos deja el viento, ni el tiempo, ni cientos de segundos en los que te pienso, en los que te sueño, y no quiero dejar de hacerlo. Pero volveré a saberte y cada día mejor, sentiré que nada ha cambiado, porque tú me cuidas como algún día haré yo.
Poco, a veces necesito ese poco del que soy adicta. A veces me basta solo con volver a sentirlo en un sueño hasta que me despierto y ya se convierte en insuficiente. Y ya no valen las excusas,  porque ya me has dado más de lo que te pudiese haber pedido jamás.
Me tendría que valer con amanecer y saber que no te fuiste aunque no tenga a diario ese poquito de ti. Pero casi nunca me vale.
Y ya te vas, y vuelves, y te vas aunque pareces estar siempre cuando acudo a ti. Y eso me salva, me refuerza, y me reinicia cuando tengo ese poco que llega directamente desde ese rojo de tu corazón.

3 oct 2016

Hoy lo he sentido.

Tengo frío,
Hoy me cuesta sentirme
No consigo entrar en mí.
Aprieto los ojos, la boca,
Intento relajarme,
Algo que no entiendo aparece en mí.
Lo busco, nerviosa, tranquila
En mi cuerpo,
Algo empieza en mí.
No sé qué es, pero me inquieta,
Noto que lo controlo,
Algo cambia, me ha escuchado.
No me asusto, le sigo hablando,
Desaparece, noto aire, respiro,
Se ha ido, eso que siempre estaba ahí.
Sé que algo de ti sigue ahí,
Pero hoy sonrío por mí,
Porque lo he sentido, me he sentido a mí.

1 oct 2016

Me rompes.

De rojo se vistió el amanecer de aquel martes, si hubierais visto qué bonito fue. Cantaban sirenas, callaban los barcos y allí a lo lejos estaba él. Entonces sentí aquel rojo en mi pecho, aparqué con prisa el coche y al salir, el móvil se calló al suelo del temblor de mis manos, fui a agacharme a cogerlo y al ponerme en pie de nuevo, ahí estaba en frente de mí. Me sonrió y nos contamos cómo nos iban las cosas, yo le conté las curvas que conducían mi vida y él me contó las rectas que debía seguir. Aunque muy recta su vida tampoco iba... El frío se acomodó entre nuestras palabras, y de repente se despidió. No volvió a hablar, quizá por los límites que nos imponen a los dos y que tú no consigues romper, pero yo ya no consigo encontrar las fuerzas necesarias para romper ese azul que dibujas, porque a veces no sé si me compensa seguir, seguirte.

15 sept 2016

Siempre estás.

Siempre estás. Subiendo, bajando de mis letras, bailando entre consejos y secando el mar de mis ojos.
Siempre estás aunque a veces piense que no, pero no te preocupes porque siempre acabas quitándome la razón.
Siempre estás, aunque los días y las circunstancias se pongan por medio y no nos dejen ver con claridad.
Siempre estás en las buenas y en las malas, en las curvas y en las rectas de mi vida.
Siempre estás enseñándome y aprendiéndome.
Y siempre con una sonrisa, que nunca se te escapa.
Siempre estás, sin rechazos y con cariño, con sentido y con amor.
Siempre estás, para guiarme en mi futuro, que una parte de lo que será fue pasado y que ahora me acompañas en el presente.
Siempre estás más lejos o más cerca, pero siempre y siempre quiero que estés.

28 jun 2016

Igual.

No sé si fui la más especial para ti, y lo que es peor, no sé siquiera si fui especial. No sé si todos esos días que creí especiales lo fueron realmente. Ya no sé si los lunes se me hacían viernes gracias a ti o solo era porque así funcionaba el juego. No sé para ti quién es especial aunque yo sí sepa lo especial que para mí eres. No sé si fue a volar lo que mejor me enseñaste,  solo sé que crecí volando, y alguien tuvo la culpa. Solo sé que no sé nada, o a veces eso decías.
¿Especial? No creo, o no sé,  aunque me gustaría saberlo. Saberlo y creerlo. Y es que no sé si de verdad signifiqué algo más en tu vida que lo normal en estas circunstancias. Quieres ser demasiadas piezas para muchas personas y no quieres darte cuenta de quién es pieza para ti. Y no lo niegues, algo diferente veías en mí, aunque ya no sepa si hoy lo ves. No sé. Y mira que lo he pensado, pero nada. Qué tendría yo de especial, si no he hecho más que poner a todo esto por delante en mi vida y –te, gastar lápices y lápices, también la tinta de algún que otro BIC y perderme en folios desgastados de apuntes.
Y siempre me lo dices, pero es que yo no sé si soy valiente. No sé levantarme por las mañanas sin miedos, ni acostarme por la noche sin una lágrima.
Creo que empecé a volar y que aprenderé a ser valiente, y a creer, pero primero necesito empezar por creer que todo esto empezó porque alguien me hizo sentir especial algún día.
¿Especial? O igual.

4 jun 2016

Eres, creo.

Eres papel en blanco y una historia por contar. Demasiado difícil para volver a empezar.
Eres calma, alma y cama. Sabes como ayer.
Eres piel.
Aunque lo desconozca.
Eres un guerrero de recuerdos y no recuerdo a ningún otro retar como tú al olvido.
Eres lo que siempre he querido ser.
Eres tierra, luz y agua. VIDA.
Eres aquella persona que me dio su hombro para llorar, la única que me demostró lo que era capaz de hacer para protegerme.
Eres valiente y fuerte como nadie he conocido.
Eres guía para muchos, pero para mí eres mi guía. Mi ángel de la guarda.
Eres consejero de pasos y de pasados.
Eres sabio. Siempre eres capaz de mirar hacia adelante.
Adelante siempre.
Eres maestro de sonrisas de profesión. Alumno de tus alumnos.
Y sé que te gusta no seguir la norma.
Eres aprendiz de sueños.
Una persona en peligro de extinción.
Nadie dijo que fueras fácil, y quien lo dijera estaba muy equivocado.
Aunque cuando quieres, quieres bien. Bien me quieres y bien te quiero yo.
Eres fiel.
Eres respeto.
No tienes miedo a tus errores.
Eres independiente, te quieres libre.
Eres lo que cuentas y cuentas lo que eres.

29 may 2016

Mi guía.

Hoy el cielo se viste de gris, te echa de menos. Ya somos dos. Cada noche cierro los ojos a ver si por suerte es que te veo. Pero nada. Ya ni las canciones te olvidan, llevan desde el otro día pensando en ti, en cómo estarás porque no tienen noticias tuyas. No te pido que vuelvas porque no creo que te hayas ido solo que te necesito más de lo que pensaba y me cuesta esperar. Mi cabeza y mi corazón llevan peleados días y no sé si es por mi culpa, por la tuya, o por la nuestra. Siempre me has dicho que intentase mirar hacia adelante sin olvidar de dónde venía. Prometí, te prometí seguir y aquí sigo, siguiendo tus pasos y teniendo claro qué y a quién quiero. Me has enseñado a restar importancia a lo que me hacía daño, también a no renunciar a lo que quiero por el qué dirán. Y es que si me preguntasen que a quién escogería de nuevo para guiar mis pasos te volvería a elegir a ti una y mil veces más. A veces el tiempo no me deja respirar y lo siento si alguna vez te he faltado, fallado o si algo he hecho mal, pero siempre he intentado devolverte lo que tú me has dado en todo este tiempo. No tengo palabras ni abrazos suficientes para agradecerte el aprendizaje de la vida que me has regalado.
Yo seguiré adelante, sí, pero hazme una sola promesa: contigo.