Pasé mi vida entre andenes.

Pasé mi vida entre andenes.

3 sept 2012

Mis 17..

Mis 17 se hicieron de rogar, estaban apuñalados por las despedidas que estaban aún por llegar, por las que ya dolieron, por las que ya he olvidado. He regalado sonrisas, abrazos, besos, cartas hechas a manos, miradas, silencios.. Pero también he decepcionado, he matado ilusiones con mis momentos de pesimismo, he pisoteado a compañeros de trayecto y he hecho aguantar a las personas de mi alrededor todo lo que he pasado.... Estar feliz no significa siempre serlo, pero hoy al menos lo soy, y, quizá, la razón que me ha empujado a escribir esto sea todos vosotros que ahora estáis leyendo esto, esas personas que día a día están ahí, y que sea lo que tenga que pasar no me diréis adiós. Esta cifra me ha estado acompañando siempre, 17, y no creo en todas esas mierdas de supersticiones, pero al menos me queda esa ilusión de pedirme ese número para el dorsal de la camiseta de mi equipo de baloncesto de toda la vida, al que añoro de vez en cuando... Mi infancia fue feliz, al ir creciendo se fueron torciendo cosas en mi vida, me di cuenta de que era demasiado débil, y que he ido prestando mis pulmones a los demás, y ahora pago los recibos de no poder respirar. En estos 17 años he aprendido que la vida tiene etapas, y que cambia a medida que pasa el tiempo, quieras o no... He aprendido de los errores, he cambiado cuando he tenido que cambiar, he fingido sonrisas y he llorado cuando ya no podía más. Siempre he sido como la rarita que piensa, escribe y se manifiesta por sus ideales, la que muere por los cantautores y no le interesa la música comercial, la que se entiende con los profesores mejor que con los demás, la criticona de turno que quería callar bocas con los debates en clase, la que hacía las redacciones de filosofía con una sonrisa en la cara... Yo creo que lo bonito está en la diferencia, y que es eso lo que define a una persona. Creo que mis defectos y mis virtudes nunca me han abandonado, así que yo tampoco voy a abandonarles, me queda vivir lo que aún no he vivido. El tiempo pasa, pero nadie conseguirá callar mis palabras. Mis 17 ya están aquí, acompañandome en la rutina y en mis sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario